Determinar el número y ubicación óptima de las antenas para proporcionar cobertura a cada planta fue el principal reto, especialmente en las plantas de plenum, muy irregulares y llenas de obstáculos para la radiación electromagnética.
El diseño de las rutas de cable se realizó dividiendo el edificio en distintas secciones para permitir la distribución de la señal entre todas las antenas, alimentando cada planta por dos caminos diferenciados para permitir las comunicaciones en caso de rotura del cable. El cálculo de los derivadores requirió un diseño detallado de las rutas de cable para conocer las atenuaciones esperadas.
Las características del edificio y el entorno de trabajo en este proyecto hicieron que la fase de planificación cobrase gran importancia para garantizar el éxito del proyecto. Hubo que considerar a todos los interesados. Un hito crítico fue obtener la aprobación previa de los materiales a instalar ya que las antenas debían quedar a la vista y el aspecto estético era de gran importancia.